enero 14, 2021

Probióticos y prebióticos: ¿Qué son y cuáles son sus beneficios?

Fuente: Pixabay

Cada semana recibo numerosos mensajes de pacientes preguntándome sobre los probióticos y los prebióticos. ¿Qué son?, ¿Qué beneficios obtengo tomándolos?, ¿En qué alimentos o suplementos puedo encontrarlos?. Pues bien, hoy vengo a intentar aclararos todas esas dudas y a daros algunos consejos al respecto. ¡Sigue leyendo!

¿Qué son los probióticos? 

Los probióticos son un conjunto de cultivos de microorganismos vivos, normalmente cepas de bacterias específicas, que son beneficiosas para mejorar y mantener las bacterias sanas de nuestra microbiota o también conocida como flora intestinal.

¿Qué son los prebióticos? 

Los prebióticos son fibras vegetales que estimulan el crecimiento de las bacterias beneficiosas, situadas en el intestino grueso, frente a las nocivas.

¿Cuáles son sus funciones en el organismo?

La función principal que realizan los probióticos en el organismo es reforzar el sistema inmunitario, ya que desplazan los microorganismos perjudiciales para la salud, como los virus y las bacterias nocivas, y evitan su proliferación. 

Estos microorganismos nos ayudan a la formación de nutrientes como las vitaminas, los ácidos grasos de cadena corta y los enzimas digestivos y, además, facilitan la digestión, permitiendo la correcta absorción de nutrientes como el calcio, el magnesio y el hierro. 

Por otro lado, los prebióticos, son compuestos que no son digeribles por nuestro intestino. Esto permite que la microbiota o flora intestinal se “entrene”, restaurandose o mejorando su salud. 

En definitiva, los prebióticos no se digieren pero sí se fermentan en el colon, lo que da provoca efectos positivos, como el aumento de las bacterias beneficiosas para el colon, favorecen también la absorción de minerales y previenen la diarrea y el estreñimiento.

¿En qué alimentos y suplementos los encontramos?

El alimento probiótico más conocido es, sin duda, el yogur, que se obtiene a través de la fermentación de la leche con bacterias que quedan en el producto final. 

Otros alimentos que contienen probióticos son el kéfir, el chucrut, el miso, el tempeh y los encurtidos. Este tipo de alimentos es mejor comprarlos refrigerados, para que su carga probiótica sea mayor, al no estar pasteurizados.

Además, podemos encontrar probióticos en suplementos y en medicamentos especializados.

Los alimentos prebióticos más conocidos son los hidratos de carbono complejos, como la fibra alimenticia, los galactooligosacáridos, los fructooligosacaridos, la inulina y la lactulosa. Estas sustancias podemos encontrarlas en frutas, como el plátano, en verduras, como las alcachofas, la patata o las legumbres, en cereales como la avena y el trigo, e incluso en la miel. 

Ahora bien, cabe destacar que hay muchísimos tipos y especies de bacterias, lo que da lugar a un gran número de probióticos y prebióticos disponibles. Por ello, lo ideal es que antes de tomar un probiótico o un prebiótico, investigues bien la afección para la cual lo haces, para elegir bien cuál de ellos tomar. 

Yo siempre recomiendo consultar a tu nutricionista o a tu médico especializado en salud digestiva.

Ahora ya conoces la diferencia entre probióticos y prebióticos, además de los beneficios que nos aporta cada uno. Sin embargo, estaré encantada en seguir respondiendo cualquier duda o sugerencia que te siga surgiendo al respecto.  

¡Nos vemos en el siguiente post!

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