Muchas mujeres no están preocupadas por su peso, pero si lo están por su vientre. Lo sienten hinchado en muchas ocasiones.
El abdomen femenino es muy extensible y muy sensible a los cambios fisiológicos que dan lugar a variaciones de su volumen.
Frecuentemente se atribuye a cambios hormonales, tan frecuentes y cíclicos en la mujer. Nuestro organismo retiene agua durante la menstruación, pero esta retención está repartida por todo el cuerpo, por lo que esto no explicaría por sí solo la hinchazón permanente del abdomen.
Este tipo de vientre manifiesta trastornos digestivos debido a los malos hábitos alimentarios mantenidos en el tiempo.
Sin embargo, no siempre se es consciente del padecimiento de trastornos digestivos, ya que estos no se manifiestan en forma de cólicos, diarreas, crisis hepáticas …
Muchas veces estos trastornos son llevaderos, sin síntomas insoportables. Esto no quiere decir que no se estén produciendo y que algún día se manifieste de una manera concreta.
Parece que siempre estoy dando vueltas a lo mismo, pero es que en alimentación no hay otra cosa:
LA BASE DE NUESTRA SALUD SE ENCUENTRA EN BUENOS HÁBITOS ALIMENTARIOS.
Aun teniéndolos, es posible que sigas teniendo el vientre hinchado, digestiones pesadas, aerofagia, estreñimiento… Ese fue mi caso.
Una manera rápida de descubrir que me dañaba fue realizándome una prueba de intolerancia alimentaria (aquí se abre un abanico lleno de posibilidades, pero hay que preocuparse mucho por el test que te vas a hacer ya que no todos valen). Es una prueba cara, pero en mi caso muy efectiva.
Dejé de consumir los alimentos que me dañaban durante un largo tiempo, y poco a poco los he ido incorporando a mi alimentación en momentos puntuales (en una comida en un restaurante, en casa de amigos, en una fiesta …). Me encuentro mucho mejor y para mí ha sido un cambio en mi vida.
Además, he descubierto algunas cosas que te pueden servir a ti, al margen del test del que te he hablado.
Si te sientes siempre con el vientre hinchado, te aconsejo que practiques las siguientes pautas:
- Intenta comer la fruta sin combinar con otro alimento. Se digiere mucho mejor y además se aprovechan más sus propiedades. Media hora antes del desayuno, a media tarde (3 horas después de la comida) o incluso antes de acostarte evitando por tanto los cítricos que pueden alterar tu sueño.
- No tomes nunca bebidas gaseosas (ni cerveza, ni agua mineral con gas, ni refrescos gaseosos …)
- Reduce la cantidad de sal que consumes
- Ocúpate del estreñimiento comiendo pan integral, salvado de avena, fibras alimentarias y bebiendo mucha agua.
- No mezcles las proteínas lipídicas (carnes, pescados, huevos, quesos …) con hidratos de carbono “simples” (pan blanco, pasta de harina blanca, arroz blanco, patatas …). Es una combinación explosiva para tu digestión.
- Haz un poco de gimnasia abdominal. Te recomiendo que te intereses por los abdominales hipopresivos (los más efectivos desde mi punto de vista).
- Practica la relajación, ya que algunas hinchazones, como la aerofagia, son de origen nervioso.
Práctica todo esto como hábito de por vida y no de forma puntual. Esa es la clave del éxito.
¡Nos vemos en el próximo post!
